Con el cambio de paradigma que surgió con la globalización, la concepción del tiempo ha mutado  radicalmente. Pasamos de ser sujetos disciplinados a ser sujetos de rendimiento. Éstos se caracterizan por creer que viven en libertad, una libertad paradójica. Los sujetos del rendimiento no son explotados por agentes externos sino que son ellos mismos los que ejercen dicha presión. El sistema no es culpable de los fracasos individuales ya que, ese rendimiento obligado, hace creer a los sujetos que su truncado camino al “éxito” depende totalmente de ellos. En un mundo en el que el rendimiento está por encima de todas las cosas, el tiempo tiene que ser aprovechado para dicho fin, la producción. Todo tiempo que no esté destinado a la producción es tiempo perdido.

 

Este proyecto trata, de una forma irónica y crítica, el concepto del tiempo actual.

 

El tiempo es demasiado valioso como para perderlo perdiendo el tiempo es un proyecto artístico compuesto por una serie de acciones con su posterior documentación tanto en vídeo como en fotografía. Para llevar a cabo las acciones se combinan las concepciones del tiempo en la actualidad con una crítica irónica que bebe de las estrategias de la publicidad.

 

Se concluye con la creación de una nueva medida temporal del artista mediante acciones. Es decir, ya que el proyecto tiene un carácter performático, la duración de las acciones no se mide en la unidad de tiempo estándar sino en el número de veces que se repite la acción. Por ejemplo: se pega un número concreto de carteles con el mensaje “El tiempo es demasiado valioso como para perderlo pegando carteles”. La acción termina cuando todos los carteles han sido pegados.

 

Por todo lo anterior es importante el carácter irónico de la pieza. Se produce perdiendo el tiempo.

 

El proyecto se presenta mediante una serie de fotografías y seis vídeos.

Fotografías tamaño DIN A3 y vídeos a 1080x720.